25/09/2017
Las bibliotecas municipales de Huesca buscan lectores para asistir a asociaciones, hospitales o residencias.
Déjame que te cuente’ es el nombre que recibe la iniciativa de las bibliotecas municipales de Huescacon el fin de reclutar a voluntarios con un cometido muy especial, el de convertirse en lectores en voz alta, para transmitir cuentos y novelas a aquellos que por diversos motivos no pueden ponerse delante de un libro. Este proyecto surgió hace ya unos cinco años, aunque tras un parón, el proyecto municipal ‘Huesca más inclusiva’ lo volvió a impulsar en 2016, y ahora lanza una nueva llamada a los oscenses para sumarse a este voluntariado que más que social denominan “cultural”.
El año pasado lo hizo como proyecto piloto, colaborando con varias asociaciones de la ciudad que trabajan con personas con discapacidad. Así, diez voluntarios acudieron de manera regular a Asapme, a la Fundación Agustín Serrate, a Atades Huesca, la asociación Alzheimer Huesca o la Asociación Down, para leer junto a sus usuarios.
En esta ocasión se suman nuevas instituciones de la ciudad, como Cruz Blanca o los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Huesca. “El objetivo es que las familias que son usuarias de estos puedan solicitar también las lecturas, igual que se pide ayuda con la limpieza, que acuda un voluntario a leer con ellos”, explica Alicia Rey, que coordina los proyectos. Actualmente también trabajan con el Hospital San Jorge para poder llevar este servicio a sus pacientes y está en formación un grupo en el hogar del jubilado del Pío XXII.
“Hay diferentes variantes, ya que puede ser leer en voz alta a un grupo, como puede ser en el caso de las asociaciones, o bien de manera individual, a un paciente o en un hogar privado”, relata Rey, que también puntualiza que en algunas instituciones la actividad se lleva más como un taller de escritura. “Son usuarios capacitados para leer por sí mismos, pero a los que la escritura les puede aportar muchas cosas positivas”, señala, apuntando que no se trata de una forma única, como tampoco la regularidad, sino que se adapta a la disponibilidad del voluntario y a las necesidades de los grupos con los que se trabaja.
Para poder realizar correctamente las actividades, los coordinadores plantean que los voluntarios reciban previamente un curso de formación, como novedad en este año. “La mayoría es gente a la que le gusta la lectura, pero no necesariamente están preparados para enfrentarse a un grupo, por eso es necesario darles una serie de apuntes y consejos para que puedan desenvolverse bien en el momento de dirigirse un público, así como una guía para la selección de las lecturas”, señala Alicia Rey.
Para inscribirse en la actividad hay que ponerse en contacto con las bibliotecas municipales, donde se rellenará un formulario de participación y se le pondrán en contacto con las asociaciones. “Requiere cierto compromiso, ya que aunque se intenta buscar la periodicidad y el lugar más adecuado a cada voluntario, es una tarea que se extiende durante todo el curso”, destaca la coordinadora, que el año pasado pudo contar con una decena de estos bibliovoluntarios.
El perfil de estos era mayoritariamente femenino y mayor de 45 años. “Gente a la que le gusta mucho la lectura y que tiene vocación en el trabajo con los demás”. Además de en el proyecto ‘Déjame que te cuente’, el bibliovoluntariado también presentaba otras formas de colaboración, como participando activamente en las actividades que se preparan en las bibliotecas, como talleres, rastrillos…, acciones de organización y restauración de los libros o de apoyo en la búsqueda de información dentro de las mismas bibliotecas.
Fuente: Heraldo 25/09/2017